Recibí una queja de una chica por mi última entrada.
Al parecer americana española, o viceversa. O algo parecido.
El caso es que no le sentó bien que criticara el asunto del dinero en este país.
Creo
que lo que más le molestó fue la parte que decía: “Ahí tienen la base
de la economía de este país. Y no tengo ni puta idea de
economía, pero se que en este país te despluman a cada paso”.
De una manera no muy velada les llamé ladrones, y no me parece justo.
A
lo mejor es esa manía de decirte los precios sin tasas, y luego la
tasa, y luego la propina… A lo mejor es igual que en todas partes
y aquí lo notas de una manera distinta, a lo mejor me estoy
volviendo un agarrao… Pero ese no es el motivo de esta carta.
Puedo
seguir pensando más o menos lo mismo que el otro día, con matices, pero
no me parece justo dar esa única visión de este país,
cuando siempre me ha tratado tan bien. No está bien.
Yo
estudié aquí un año, 2º de Bachillerato (con lo bonito que quedaba
decir COU) y fue uno de los años más importantes de mi vida.
Pase un año maravilloso e hice unos amigos para siempre. La prueba
está en que acabo de volver para reencontrarme con ellos y me han
tratado como si no hubiera pasado el tiempo. Ha sido tan
bonito volver a verlos. Me hicieron sentir realmente en casa. Otra
vez.
En
estos veinte años desde que volví a España, a pesar de no estar de
acuerdo con la política de este país, y estar por supuesto en
contra de cualquier tipo de guerra, admito que me sentaba mal cada
vez que oía a alguien hablar mal de los americanos.
Sentía que se estaban metiendo con mis amigos. Con esa gente que me trató tan bien.
Al
igual que siempre he dicho que no por ser de Cádiz hay que ser
gracioso, no por ser americano vas a ser responsable de la muerte de
niños iraquíes.
No
quería con mi anterior carta desaconsejar la visita a este país. Todo
lo contrario. Llevo aquí más de un mes y lo flipo como un
niño chico. Es un país alucinante con miles de cosas que ver y que
visitar. Ayer, volando de Las Vegas a Nueva York, no pude despegar la
mirada de la ventana durante horas. Que
espectáculo.
Y
sí creo que se puede venir de visita con poco dinero (o con no mucho).
En San Francisco, el grupo de españoles que me encontré se
habían conocido por Internet, en una página de viajeros solitarios
que buscan compañía y se juntaron para hacerlo. Estoy seguro que les
salió mucho más barato que a mí. Yo igual he venido
demasiado despreocupado y claro, pasa lo que pasa. Si vienes
concienciado para no gastar mucho, puedes hacerlo. Pero si te gusta ir
de compras, quema la tarjeta porque esto es el paraíso. Te lo
quieres comprar todo. Son buenos haciéndote gastar dinero. Veámoslo
de esta forma.
En
resumen, que sigo pensando que aquí el dinero se mira de una manera
diferente, pero sería injusto e incierto dar la impresión de
que este país no me gusta y que me lo estoy pasando mal.
Viajen
mucho, saquen sus propias conclusiones y no juzguen a un país entero
por sus dirigentes, porque entonces el resto del mundo nos
podría juzgar en base a Zapatero o Rajoy.
Eso ha dolío ¿eh?
Pues ahí lo dejo.
Buenas dias, buenas tardes… ¿yo que sé ya?
P.D. Nueva York tiene un color especial, como dijo el
poeta.
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